* Recordó en amena charla con Mario Bellatín, momentos de sus viajes por la India
Xalapa, Ver., 08 de octubre de 2011.- En presencia de importantes personalidades del mundo literario y artístico, en una plática de amigos y frente a amigos, Margo Glantz compartió inolvidables anécdotas de tiempos pasados en los que se dedicó a viajar por la India en compañía de familiares y amigos, entre ellos, Mario Bellatín, autor mexicano que condujo la charla entre ambos ilustres amantes de las letras.
La India es para Margo Glantz un México en grandes proporciones, con sus defectos y virtudes, “con sus mendigos, pero con la diferencia de cantidad de población en cada país”. Éste fue uno de los temas que la Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances de Guadalajara compartió con el público, distinguido con la presencia y compañía de Elena Poniatowska y Sergio Pitol.
Continuando con las memorias sobre India, Mario Bellatín comenzó a recordar pasajes de viajes compartidos con Margo Glantz, familiares y amigos, bromeando y conversando entablaron una amena plática que envolvió a quienes los escuchaban.
Circundando al conversatorio de un ambiente ligero, ambos escritores bromearon en cada oportunidad sobre la experiencia de viajar con amigos. “Es la mejor forma de viajar, si no con quién peleas”. Recordaron que a la vuelta de cada viaje el grado de discusión se elevaba al grado de que podían dejar de hablarse por días.
En el tema de la producción literaria, Margo Glantz compartió la manera en que se ha dedicado a escribir Coronada de Moscas o Genealogías, ambas obras especiales en su estilo literario, ya que fueron realizadas en entregas periódicas a medios como Uno más Uno y La Jornada, medios en los cuales publicó pasaje por pasaje libros enteros.
En el mismo orden de ideas, Glantz comentó que en alguna ocasión, al mostrarle una de sus obras literarias, el novelista mexicano Agustín Yañez le refirió que su trabajo “era como cuentas sueltas que había que engarzar” para poder ser juzgado por él, consejo que la escritora trató de seguir hasta el momento en que se dio cuenta de que, como ella misma lo relató, “descubrí que sueltas funcionaban bien”.
En este punto, Margo Glantz destacó que Mario Bellatín, en calidad de escritor y amigo, le brindó su apoyo para “engarzar las cuentas” y ajustar su “humor judío” a los estándares literarios y humorísticos locales.
Así, durante el Hay Festival Xalapa 2011, Margo Glantz compartió con el público sus experiencias literarias y personales viajando por el mundo de los textos y de la geografía, mayormente acompañada por su amigo y colega Mario Bellatín, quien imprimió a la reunión un toque ameno y cordial.
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