* No hay riesgos para la población: Federico AcevedoXalapa, Ver., 20 de julio de 2011.- Los desfogues que está haciendo la Comisión Nacional del Agua en las presas Temascal y Cerro de Oro son controlados y no conllevan riesgo alguno para quienes habitan en los municipios de la Cuenca del Papaloapan.
El coordinador de Pronóstico estacional y metereológico del Centro de Estudios Climáticos del Gobierno del Estado, Federico Acevedo Rosas, precisó que si bien es cierto que las presas Miguel Alemán y Miguel de la Madrid están desfogando los excesos de agua desde hace algunos días, no representan peligro alguno porque los niveles de los ríos se mantienen estables.
La CONAGUA, que es la dependencia que opera tanto a la presa Miguel Alemán, más conocida como Temascal, como a la Miguel de la Madrid o Cerro de Oro, tiene que liberar determinadas cantidades de agua para mantener los niveles de almacenamiento en los estándares adecuados y, principalmente, para generar energía eléctrica.
Sin embargo, cuando los ríos no controlados –Valle Nacional, Obispo, Tesechoacán y San Juan Evangelista- están crecidos, la CONAGUA decide no desfogar el agua para no aumentar el riesgo para la población; hecho que no ha ocurrido este año.
Rosas Acevedo explicó que las presas fueron construidas para contener los volúmenes de agua que cada año llegaban a los municipios de la zona. Por lo tanto, los habitantes de estos lugares deben estar tranquilos, pues los desfogues que realizan son rutinarios y controlados.
“En este momento las presas no deben ser motivo de preocupación, reiteró el coordinador de Pronóstico estacional y metereológico del Centro de Estudios Climáticos del Gobierno del Estado, porque los valores que manejan no están excedidos”.
La presa Temascal, que recibe las aguas del río Tonto, tiene un porcentaje de almacenamiento de 47.3; mientras que la presa Cerro de Oro, donde desemboca el río Santo Domingo con el Usila, tiene su porcentaje en 59.2.
Hasta el momento, la intensidad de las lluvias no ha elevado mucho el nivel de los ríos ni de las presas. La temporada más difícil es en septiembre, cuando llueve demasiado y genera avenidas pluviales intensas, “que afortunadamente son controladas por ambas presas”.
No obstante, pidió a los habitantes de la Cuenca del Papaloapan mantenerse atentos a las recomendaciones que emite el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Protección Civil, ya que es más importante prevenir que lamentar.
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