* Se han realizado jornadas exitosas de atención a labio leporino y paladar hendido y hernias, entre otras, totalmente gratis
Boca del Río, Ver., 25 de agosto de 2012.- Apenas el pasado 17 de agosto se hizo realidad el sueño del niño Marco Fernando Castillo Calva, quien desde los seis meses de nacido presentaba un problema en ambos ojos con diagnóstico de glaucoma, aunado a una artritis reumatoide. Fue hasta los seis años de edad cuando en la escuela le hablaron a su madre, Nora Calva, de un problema de visión en el pequeño.
Durante varios años, por falta de información y recursos, la enfermedad se fue acrecentando, recuerda su mamá, hasta que perdió totalmente la visión del ojo izquierdo y con el derecho su visibilidad era de un 25 por ciento.
A los 14 años, Marco Fernando no tenía una vida como cualquier joven de su edad, “era retraído, no le gustaba convivir con otras personas debido a su problema; su sueño era recuperar su vista, soñaba que su regalo de 15 años fuera volver a ver”.
Fueron muchos años de buscar alternativas y soluciones. De acuerdo con diagnósticos médicos, era un caso difícil de atender, era casi imposible recuperar la vista. Pero las esperanzas para la familia nunca se agotaron. Nora luchó y consiguió por todos los medios lo necesario para devolverle la vista a su hijo.
“Al enterarnos de que en el Hospital Regional de Poza Rica ofrecían las Jornadas de Cirugía Extramuros de la Secretaría de Salud, no dudamos en acercarnos y solicitar ayuda. Muy amablemente, la doctora Miriam Hernández Pitalúa, responsable de ese programa, estuvo a cargo del caso de mi hijo, siempre estuvo al pendiente de él.
“El viernes 17 de agosto fue el día en el que cambiaron nuestras vidas. Nos trasladamos a Boca del Río, al lugar donde nos dieron cita después de un seguimiento al que fue sometido Marco. Recuerdo que esa noche ninguno de los dos pudo dormir, teníamos mucha emoción y miedo, pero nunca perdimos las esperanzas y nos encomendamos mucho a Dios y al equipo médico de la Secretaría de Salud”, recuerda emocionada la madre.
La operación se llevó a cabo. La primera fase consistía en operar el ojo izquierdo donde había perdido la visión por completo. Horas más tarde, la grata sorpresa fue que había recuperado la vista.
Las lágrimas del jovencito brotaron, ya que no daba crédito a que, luego de dos años de haber perdido la vista por completo, nuevamente podía ver. Su alegría era inmensa.
“Le cambiaron la vida a mi hijo, nuevamente ha vuelto a sonreír a recuperar la ilusión de vivir. Como madre nunca tendré cómo pagarle al equipo médico que atendió y estuvo al pendiente de la salud de mi hijo, ya que gracias a su apoyo y ayuda lo puedo ver sonreír nuevamente”.
Marco y su familia pidieron personalmente al secretario de Salud, Pablo Anaya Rivera, agradecer al gobernador Javier Duarte de Ochoa este apoyo y seguir trabajando por que más veracruzanos de escasos recursos cuenten con servicios que les permitan mejorar su calidad de vida.
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