martes, 31 de julio de 2012

Veracruz, guardián de la Ruta de Santa Anna



* La Sectur invita a conocer el puerto de Veracruz, La Antigua, Xalapa, Xico y sus alrededores
* Visitantes se adentran en la historia del expresidente a través de los sitios históricos
Xalapa, Ver., 31 de julio de 2012.- Veracruz es mundialmente reconocido no sólo por sus playas, también por sus regiones naturales, su gastronomía y la gran riqueza cultural que guarda cada uno de sus municipios. Por ello, en cada ruta, los visitantes podrán encontrar bellezas naturales y arqueológicas, testigos de momentos clave de la historia de México.
Una de las bellas rutas que conducen a pasajes importantes es la Ruta de Santa Anna. Su recorrido inicia en el puerto de Veracruz, ciudad hermosa que vio pasar a Antonio López de Santa Anna, lo mismo el Baluarte de Santiago, el último que queda de la mítica muralla que circundaba Veracruz, compuesta por nueve torres, y una fortaleza que se encuentra actualmente en una isla, la Fortaleza de San Juan de Ulúa.
Por órdenes de Benito Juárez, don Antonio quedó preso por querer agregarse al llamado Imperio de Maximiliano. En ese mismo sitio, perdió su pierna, tras aquella guerra fatídica conocida como la Guerra de los Pasteles (1838-1839). Ahí se encuentran los restos de la llamada Puerta de la Merced, que también formaba parte del sistema amurallado.
La siguiente recomendación es La Antigua, donde se encuentran las Caballerizas de Santa Anna, de las cuales sólo quedan las paredes, un complejo de seis cuartos gigantescos donde don Antonio se preparaba para las múltiples guerras.
Puede hacerse una escala para disfrutar la gastronomía de esta ciudad y observar la Casa de Cortés y las míticas ceibas donde, se dice, amarraron las naves del conquistador.
De ahí, el turista puede dirigirse a la capital del estado, Xalapa, y en el camino, detenerse en dos poblaciones pequeñas, Plan del Río, albergue de un pequeño fortín en el que se guarecían los mexicanos durante las batallas en la intervención norteamericana, y en Cerro Gordo, donde Santa Anna se enfrentó a Winfield Scott, en la guerra del 46. Ahí sobreviven memorias y uno de los cañones de aquella batalla.
Ya en Xalapa, dos lugares ideales para el descanso son el Paseo de Los Lagos y el Parque Los Tecajetes. Otro sitio obligado es la iglesia de San José; ahí se encuentra la pila en la que fue bautizado Santa Anna. Lo ideal es descansar en esta ciudad y recorrer sus barrios por la noche para disfrutar las múltiples atracciones que tiene la capital de Veracruz.
Al otro día, después de un delicioso desayuno acompañado de un aromático café de la región, el visitante podrá visitar la hacienda El Lencero, hogar de don Antonio por varios años. Ahí se puede admirar el mobiliario, los carruajes y los cientos de objetos que muestran detalles de la vida en las enormes haciendas de la época.
Posteriormente, se puede visitar Xico, a donde Santa Anna solía ir a cazar, y conocer las leyendas que envuelven a este personaje, de la hija que ahí tuvo con una joven de las mejores familias de la época y de cómo alguna vez tuvo que escapar del linchamiento del ahora bello Pueblo Mágico.
La Secretaría de Turismo y Cultura recomienda comer ahí y visitar la cascada de Texolo o, si se prefiere el sol y la playa, regresar al puerto después del desayuno.
Durante estas vacaciones, Veracruz ofrece sitios históricos, bellezas naturales, una cocina incomparable y, sobre todo, la calidez de sus alegres anfitriones. En este verano, Veracruz es la casa de todos.

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