
* El Gobierno del Estado le apoyó con piso firme, techo seguro, cama y estufa
* Con retraso mental sicomotriz, se compromete a continuar estudiando la secundaria
Pánuco, Ver., 29 de septiembre de 2011.- Como un reconocimiento a su esfuerzo y a su trabajo diario, Rosa Guadalupe Méndez recibió los beneficios del programa Adelante. Con 29 años de edad, esta mujer veracruzana lucha por superar su retraso mental psicomotor; ahora en su casa tiene piso de cemento, techo seguro, estufa y cama, y quiere terminar la secundaria.
Rosita, como es conocida en la colonia Rafael Hernández Ochoa de la ciudad de Pánuco, vende juguetes y dulces, lo cual le permite ayudar a su abuelo, uno de los pocos familiares que le brindaron un techo, mientras su casa seguía en construcción.
“Quiero pedirle al Gobernador que me ayude para que pueda terminar mi secundaria. Quiero demostrarles a todos que yo sí puedo hacer las cosas y que sí puedo aprender. Todos tenemos derecho de ser alguien en la vida” expresaba Rosita, entusiasmada y convencida de que ésta es su oportunidad para salir adelante.
“Mi mamá se fue a Reynosa, Tamaulipas, y mi papá vive con otra señora”. A pesar de ser una joven con capacidades diferentes, aprendió a leer y escribir de manera correcta y fluida.
“Quisiera conocer al gobernador Javier Duarte en persona, para agradecerle todo lo que hizo por mí y por mi abuelito” exclamaba Rosita mientras daba pequeños brincos en su nuevo colchón, que, confiesa, no se compara con lo duro de las tablas en las que de manera improvisada dormía.
“Con mi casita ya no voy a andar dando lata a mis tíos ni a mi abuelito. Ya tengo mi cama y mi nueva estufa, nada más me hace falta un novio” bromeaba.
Don Agustín del Ángel, abuelito de la beneficiada, a sus 77 años, se hace cargo de los cuidados especiales de su nieta. “Qué bueno que el gobierno apoye a la gente pobre como nosotros. Le agradezco al Gobernador que está ayudando a mi nieta porque ella está solita, y a mi edad ya no le sirvo” decía don Agustín, quien también fue beneficiado con piso firme, techo seguro y una estufa.
La perseverancia de Rosa Guadalupe ha quedado demostrada en cada una de las actividades que emprende, pues recuerda todas las dolorosas terapias a las que ha tenido que someterse, ya que lo encorvado de sus piernas hacía que caminara sobre sus tobillos.
La renovación total de la casita se logró gracias a la ayuda entusiasta de vecinos y familiares que en una jornada de trabajo Adelante ayudaron a Rosa a pintar la fachada de su casa, a clavar cada lámina y colar el piso de cemento, el cual, asegura ella, es más fácil de mantener limpio con su escoba de ramas y zacate.
“Nunca me había sentido tan importante en la vida. Ya tengo amigas que me vienen a visitar y ya tengo qué ofrecerles” confesaba la beneficiada, complacida al ver los resultados que en un par de días sus tíos y vecinos lograron h con el apoyo del programa Adelante.
“Cuando mi mamá vea mi casa, ya no la va a conocer” alcanzaba a ver Rosita, quien, con mucha esperanza, espera el momento en que se reencuentre con su madre, a quien no ve desde hace un año.
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