sábado, 18 de junio de 2011

La Biósfera de los Tuxtlas: patrimonio ecológico de Veracruz

Xalapa, Ver., 18 de junio de 2011.- A lo largo de municipios como Catemaco, Santiago Tuxtla y San Andrés Tuxtla, una florida y variopinta biósfera se mantiene como uno de los lugares más esplendorosos e importantes de la región y de México.

La región de Los Tuxtlas, resguarda en su geografía la nombrada Reserva de Biósfera, que en 1998 fue reconocida como Patrimonio perteneciente al programa de la Unesco “Hombre y Biósfera”.

Sus 80 kilómetros de largo, 55 kilómetros de ancho y un total de 3 mil 300 kilómetros cuadrados de superficie sostienen una serie de montañas de origen volcánico, siendo la más alta el viejo Volcán de San Martín Tuxtla (mil 780 metros sobre el nivel del mar –msnm-), seguido de la majestuosa y enigmática sierra de Santa Marta (mil 660 msnm) y finalmente el volcán San Martín Pajapan (mil 245 msnm), guardianes todos de 9 tipos de vegetación.

Esta región nos recibe con el calor y la humedad de la selva para, más tarde, envolvernos con el frescor y la altura de su sierra, tierras en donde los chaneques son venerados como grandes señores, protectores y bondadosos patrones del suelo y las cosechas.

Bosque mesófilo de montaña, bosque de pino, bosque de encino, selva alta perennifolia, selva mediana caducifolia, sabana, sabana baja inundada, manglar y dunas costeras son los diversos tipos de vegetación y ecosistemas que la Biósfera de los Tuxtlas comparte con las cerca de 339 comunidades existentes en su territorio actual de 155 mil 122 hectáreas.

Si bien el paisaje natural de la región de Los Tuxtlas en la geografía veracruzana se vio alterado desde hace cientos de años con los asentamientos de las culturas prehispánicas, la transformación de las prácticas agrarias y agrícolas han ido modificando los ecosistemas, prácticas que, a su vez, han cobrado fines de lucro, lo que, según los abuelos, enoja al Señor del Monte, o Chane, Chaneque mayor de las tierras.

Sin embargo, el cuidado de esta maravillosa biosfera, que guarda en su interior riqueza no sólo natural, sino cultural, es sumamente vigilada por las autoridades correspondientes del estado y la región.

Su fauna colorida en vista y sonidos comprende una gran cantidad de aves exóticas como tucanes y águilas caracoleras, verdes y largas iguanas, armadillos, monos saraguatos y algunos jaguares (sagrados en la región), que embellecen los paisajes de esta biósfera, que cuida, a su vez, la vida animal.

La Biósfera de Los Tuxtlas, lugar de chaneques y diversidad faunística, sitio de recreo, conocimiento y concienciación.


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