* La jatropha, un fruto que contiene en las semillas su propia fábrica de aceite natural
Xalapa, Ver., 28 de mayo de 2010.-Ingenieros y químicos señalan que del aceite de jatropha, un arbusto muy resistente, se puede obtener uno de los mejores combustibles que, además de cuidar el ambiente, despierta el interés de productores y crea puestos de trabajo, directos e indirectos, en beneficio de la población.
El carburante de este aceite vegetal que se produce actualmente se ajusta a las cualidades que un combustible debe tener para hacer funcionar a los motores de diesel modernos.
Teniendo en cuenta los precios del petróleo, los ecologistas no son los únicos interesados ahora en buscar otras alternativas de fuente de energía.
Las semillas de la jatropha tienen la forma de una nuez, cuando su cáscara exterior, normalmente de color verde, empieza a tomar una tonalidad amarillenta, las semillas están listas para ser recolectadas, al retirar la cáscara se encuentran otras tres semillas, cada una con un 40% de aceite.
El fruto es resistente a altas temperaturas y sequías y protege y fertiliza el suelo. El secreto que hace que sea resistente a todo es su veneno, por lo que no hay que preocuparse de que su fábrica de aceite natural sea presa de los depredadores.
En lugares desérticos, donde no pone una raíz ni la mala hierba, la jatropha es capaz de crecer, con sus arbustos que llegan a alcanzar seis metros de altura.
Más de ocho meses de sequía al año y temperaturas que rondan los 40 centígrados no marchitan a esta planta.
Extensiones de tierra hasta ahora inservibles podrían ser cultivadas, creando puestos de trabajo y beneficios a países subdesarrollados, proteger al suelo de la erosión y librar al cielo de una gran parte gases contaminantes.
Beneficio para el sector agropecuario
La fabricación el biodiesel parte de este valioso aceite vegetal que se somete a un proceso llamado transesterificación.
Este proceso puede hacerse a temperatura ambiente mediante la mezcla mecánica de un alcohol, un álcali y el aceite vegetal. Al cabo de un tiempo de mezcla y reposo, se separan por decantación el biodiesel y el glicerol, el cual tiene más de mil 600 usos en el campo, la industria, la medicina y los cosméticos.
El ester de metilo -nombre químico del biodiesel- se obtiene sólo mediante un filtrado previo antes de ser usado, no se degrada con el tiempo como sucede con otros combustibles y puede almacenarse en forma sencilla y económica.
El biodiesel es 100% biodegradable; en menos de 21 días desaparece toda traza en la tierra. Su toxicidad es inferior a la de la sal común de mesa y su combustión genera, de acuerdo con el aceite vegetal que se utilice, un olor similar al de las galletas, dulces o las papas fritas.
Reduce al 100% las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) y de dióxido sulforoso (SO2), las de los hidrocarburos (HC) y las de monóxido de carbono (CO) entre un 10 y un 50%, de los derivados de comprobada acción cancerígena: fenantrén, 97%; benzofluorantren, 56%; benzopirenos, 71%, los óxidos nitrosos (NOx) se reducen o aumentan entre 5 y 10% de acuerdo con el desgaste del motor y la calibración de la bomba inyectora.
Además de sus ventajas ambientales, el biodiesel permite un ahorro sustancial en los costos de producción del sector agropecuario.
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