Veracruz, Ver., 17 de junio de 2011.- Tras el paso del huracán Karl por este puerto, alumnos y maestros de la escuela primaria “Alfonso Arroyo Flores” se quedaron sin escuela. Hoy agradecen al gobernador Javier Duarte de Ochoa su gestión ante las autoridades federales para poder gozar de un plantel remodelado, seguro y cómodo.
“Mi infinito agradecimiento, en nombre de los alumnos, padres de familia y maestros, al gobernador Javier Duarte. No lo vamos a olvidar nunca” expresa la directora de esta escuela, Reyna Arminda Silva Montiel, que se encuentra en una colonia popular de la ciudad de Veracruz.
La docente recuerda que, a la desventura de haber perdido su escuela, se sumó el vía crucis que tuvieron que pasar padres de familia y maestros para que alguna autoridad hiciera caso a su petición de reconstruir la escuela. Cinco meses transcurrieron desde que descubrieron, un lunes por la mañana, que las aulas no tenían techo y se habían agrietado de forma que no estaban en condiciones de albergar a los alumnos, hasta que el actual gobernador, que entonces había asumido recientemente el cargo, se comprometiera a apoyarlos para que tuvieran de nueva cuenta su escuela.
Arminda Silva cuenta que los niños tomaban clases en la calle Eficacia, a un costado de la escuela.
“Recurrimos a muchas instancias; pero como aquí no hubo pérdida de vidas humanas, no nos hicieron caso. Nos esperamos, pero al ver que no había respuesta, nos organizamos para solicitar el apoyo del Gobernador”.
Javier Duarte de Ochoa les apoyó de inmediato enviando aulas móviles para que ahí tomaran sus clases de forma temporal, en tanto gestionaba los recursos necesarios para la reconstrucción con el Gobierno Federal.
Fue el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, quien respondió al llamado de los padres de familia, alumnos y maestros, aportando 3.8 millones de pesos para levantar nuevamente la escuela.
“Aquí participaron muchas autoridades, y a todas les damos las gracias. Porque como le digo, si tocamos cien puertas, son pocas” expresa la Directora con la voz entrecortada por la emoción.
Los alumnos coinciden en que la escuela que tienen ahora está mucho más bonita, segura y cómoda que la de antes. Y que hasta da gusto estudiar aquí.
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