miércoles, 1 de diciembre de 2010

Javier Duarte, un gobernador joven y con mucho respaldo político.


*Hasta la maestra Elba Esther se presentó.

XALAPA, VER. 01 de Diciembre de 2010.- Hacia las 11:33 horas se inició una nueva etapa y un nuevo rumbo. A la misma hora, el doctor Javier Duarte de Ochoa pronunció las palabras que, a sus 37 años, se convirtieron en las más importantes en su vida porque más de siete millones de veracruzanos esperan un mejor estado. Ahí, como testigo de honor, estaban todos para escuchar el juramento su juramento de servicio y compromiso.

“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la del Estado, y las leyes que de ambas emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Gobernador que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la nación y del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, y si así no lo hiciere, que la Nación y el estado me lo demanden…”

Así se convirtió en el cuadragésimo octavo Gobernador de Veracruz desde que en 1825 don Miguel Barragán fuera la primera autoridad del entonces formalmente llamado Estado Libre y Soberano de Veracruz para un período de tres años, hasta 1828.

Si contamos matemáticamente, han sido 60 los gobernadores que han regido la vida de los veracruzanos, pero es que varios de ellos tuvieron más de un mandato, como por ejemplo Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, quien aunque ocupó el cargo en tres ocasiones, sólo gobernó menos de un año, o don Teodoro A. Dehesa Méndez, quien se mantuvo por cinco periodos consecutivos que en total sumaron 19 años, cuando la “pax porfiriana” era la constante en la aún joven república.

Y también fueron gobernadores en más de una ocasión Sebastián Camacho, Antonio Juille y Moreno, Manuel Gutiérrez Zamora, Francisco Hernández y Hernández, y Juan de la Luz Enríquez Lara.

Pero hoy son otros los tiempos que vive Veracruz. Hoy, consciente de su tiempo, de su momento y de su circunstancia, el doctor Duarte de Ochoa, con la mano derecha sobre el corazón, agradeció la ovación con que fue recibido en el salón de plenos de la LXII Legislatura del Estado donde hubo ex gobernadores del estado, gobernadores electos de otras entidades, gobernadores en funciones, senadores, legisladores federales, invitados especiales y desde luego, quien este día entregó el mando al joven Gobernador, el licenciado Fidel Herrera Beltrán.

Día frío en la explanada del Palacio Legislativo. El frente frío número 11 hizo sentir su presencia. Medio mundo enchamarrado, con abrigo, con traje de lana y bajo estos atuendos la ropa térmica, aunque algún despistado llegó con guayabera y aguantando las inclemencias del clima xalapeño.

Lo bueno es que no se presentó la llovizna, pero los cientos de integrantes de organizaciones campesinas, obreras, populares, de colonos, taxistas, transportistas, petroleros, la verdad que buscaban aguantar lo mejor posible el inminente clima invernal cubriéndose un poquito con las pancartas o las mantas con leyendas alusivas al momento.

El único que parecía no sentir ese frío que calaba hasta los huesos era Genaro Domínguez, “El Jarocho”, sempiterno dirigente de los pueblos indios, con su jorongo de lana bien puesto, y su sombrero de palma de cuatro pedradas, identificado por muchos con su expresión siempre a flor de labios: “Mexica Tiahui” (¡Mexicanos, adelante!), quien permanecía de pie a la entrada al recinto legislativo, esperando ser de los primeros en saludar al nuevo Gobernador.

Por eso, adentro del recinto, el reparto de café estaba a la orden del día, en tanto se reanudaba la sesión solemne luego de designarse a las comisiones de legisladores que irían a recibir al nuevo Gobernador, al mandatario saliente, a la representante personal del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, la Secretaria de Energía Georgina Kessel Martínez, y al presidente del Poder Judicial, el magistrado Reynaldo Madruga Picazzo.

Muchos apuraban los vasos desechables con la aromática bebida porque eso regulaba la temperatura interna. Claro, algunos aprovechaban para acompañarlo con galletas. Alguien más daba lecciones de cómo beber café y luego tomar agua, para regular esa temperatura y ni sentirse incómodo por el calor interno, pero tampoco enfriado cuando el efecto inicial se disipara.

Pero a las 11:29 la voz de Eduardo Andrade Sánchez, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, quizá recordando sus juveniles años de cronista deportivo cuando emocionaba a los televidentes con la narración de la lucha en patines, la gran novedad del espectáculo visual de hace 40 años o quizá un poco más, dio una entonación especial para anunciar: “se reanuda la sesión”.
Y sí, cuatro minutos después, el nuevo Gobernador, con un impecable traje negro y con toda serenidad se puso atrás del podio, levantó el brazo derecho, lo estiró, y pronunció estas palabras, quizá las más importantes en sus 37 años y 72 días de vida desde que vio por primera vez la luz en la ciudad y puerto de Veracruz el 19 de septiembre de 1973:

“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la del Estado, y las leyes que de ambas emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Gobernador que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la nación y del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, y si así no lo hiciere, que la nación y el estado me lo demanden”…

Otra vez la ovación de todos los presentes puestos de pie para darle más solemnidad a ese momento, y otra vez el ya característico gesto del Gobernador, la mano derecha sobre el corazón y una serena sonrisa, agradeciendo a todos los presentes.

Apenas dos minutos después, puso sobre el podio el mensaje que iba a leer, y en el cual, durante 45 minutos y 38 segundos, delineó, explicó, detalló todas y cada unas de las acciones que realizará su gobierno.

En las salas de prensa instaladas en el Congreso del Estado, los reporteros tecleaban con prisa las lap tops, las netbooks, las computadoras de escritorio, tratando de apuntar las citas más resaltables del mensaje del Gobernador. El problema era que estas eran abundantes, no había como decía el maestro de redacción en la vieja escuela de periodismo una “frase shock” en la que se resumiera todo. Eran muchas las “frases shock” porque son muchos los objetivos que se ha propuesto cumplir el doctor Duarte de Ochoa.

Y todos los asistentes, atentos al mensaje donde se plasman los compromisos con el Veracruz de los próximos años, lo mismo los gobernadores electos de entidades como Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, que los que ya están en funciones, como Ivonne Ortega, de Yucatán; César Duarte Jáquez, de Chihuahua; Rodrigo Medina, de Nuevo León; Enrique Peña Nieto, del Estado de México, o el doctor Fernando Toranzo, de San Luis Potosí…

Desde luego dirigentes sindicales de alto nivel como la maestra Elba Esther Gordillo Morales, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Carlos Romero Deschamps, del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, o Víctor Flores Morales, del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros…

Mucho “calor” político por parte del senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador de la bancada priista en Xicotencatl, o de Francisco “Paco” Rojas, quien encabeza a la fracción parlamentaria tricolor en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

Desde luego por allí Beatriz Paredes Rangel, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), señalando en brevísimas entrevistas que “con Javier Veracruz seguirá adelante, siempre hacia arriba”, o el senador Jorge Emilio González, del Partido Verde Ecologista de México.

Y en todo ese maremágnum una presencia discreta, pero brillante, la de la esposa del doctor Duarte de Ochoa, la señora Karime Macías de Duarte, agradeciendo las múltiples muestras de afecto de decenas de veracruzanos dentro y fuera del recinto legislativo.

Bueno, era tal el clima cálido en el Palacio Legislativo, que por un buen rato se olvidó que afuera los efectos del frente frío número 11 obligaban a muchos a apurar el paso, a entrar lo más rápido posible a un lugar más confortable.

Y ya en el exterior, cuando el Gobernador Duarte salió rumbo a Palacio de Gobierno a iniciar formalmente sus primeras actividades dando posesión a los integrantes de su gabinete y saludando a los cientos, miles que se reunieron en la Plaza Lerdo y sus alrededores, por un momento un rayo de sol de abrió paso tímidamente por entre el cielo nublado para observar lo que abajo ocurría, pero no, el frío siguió adelante.

El calor, una vez más, se hizo intenso en el interior del Palacio de Gobierno. Allí sí, hasta picaba la ropa por la alta temperatura que había en la Sala de Banderas en la salutación. Una salutación rápida, porque el Gobernador inició con el pie derecho, realizando su primera gira de trabajo al norte del estado.

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